2 de septiembre de 2021
Explosión mortal
Los airbags de Takata: la bomba de tiempo que sigue su cuenta regresiva en millones de autos.
El llamado a revisión más grande de la historia es todavía un problema.
Hace menos de una década, la posibilidad de que los airbags defectuosos de Takata explotaran en un accidente se convirtió en la crisis de seguridad más compleja y de mayor alcance de la historia de la industria automotriz mundial.
Aproximadamente 100 millones de bolsas de aire fueron retiradas del mercado en todo el mundo. Pero Ruy Drisaldi, un hombre de 42 nacido en Buenos Aires, nunca se enteró de los riesgos hasta diciembre pasado.
Fue entonces cuando la bolsa de aire del Honda CR-V usado por su esposa explotó después de que otro automóvil chocara contra el suyo cerca de su casa en el Mérida, en el sureste de México, causándole la muerte.
Ni Drisaldi ni su esposa, Janett Pérez, ciudadana estadounidense, habían recibido una sola advertencia sobre el llamado a revisión: "Alguien debe ser responsable", dijo.
"Usted compra un automóvil con bolsas de aire y asume que está protegido. Ahora me doy cuenta de que todos los años que tuvimos ese auto, íbamos conduciendo con una pistola apuntando a nuestras cabezas " sentenció.
Aunque las respuestas a los llamados a revisión de Takata se han desvanecido en gran medida del ojo público en buena parte del mundo, la historia de Drisaldi es un recordatorio de que las piezas defectuosas continúan poniendo en riesgo a los conductores.
A principios de julio, más de 14 millones aún no se habían reparado solo en los EE.UU., Además de un número desconocido pero probablemente sustancial en el resto del mundo.
Eso significa que millones de propietarios de automóviles como Drisaldi, especialmente en países con protecciones al consumidor débiles, pueden ignorar que el propulsor utilizado en las bolsas de aire de sus automóviles podría degradarse como resultado del calor y la humedad, convirtiendo sus vehículos en potenciales armas contra sus usuarios.
Un problema global
Hasta el momento se han informado al menos 37 muertes y 450 lesiones relacionadas con estas piezas defectuosas en todo el mundo. De las muertes, 19 ocurrieron en los EE.UU., mientras que otras se han reportado en todos los rincones del mundo, como en la Guayana Francesa, Nigeria, Brasil, Australia o China.
La muerte de Pérez, causada por una pieza de metal que rompió la bolsa y golpeó su cuello, agregó a México a la lista de víctimas mortales.
Al día siguiente, un amigo de Argentina le envió a Drisaldi un clip de noticias sobre la explosión de los infladores de bolsas de aire Takata y el retiro del mercado mundial que finalmente llevó a la empresa a la quiebra. Honda confirmó más tarde que la bolsa de aire del lado del conductor en el SUV de Pérez explotó.
El incidente en México ilustra cómo los llamados a revisión de autos por seguridad, incluso por defectos mortales, pueden pasar desapercibidos en partes del mundo con regímenes regulatorios débiles.
En los EE.UU., la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA por sus siglas en inglés) ha tomado medidas sin precedentes para no solo supervisar sino también coordinar la campaña para reemplazar las decenas de millones de infladores.
Un monitor independiente también instó a las empresas a adoptar técnicas de divulgación más efectivas más allá de lo que exige la ley. No ocurre nada similar en México, donde las empresas dicen que ni siquiera existe un sistema de registro efectivo a través del cual puedan ubicar a los propietarios de autos usados.
"Si bien el sistema de llamada a revisión de EE.UU. tiene fallas, en otros países vemos sistemas que son prácticamente inexistentes", dice Sean Kane, presidente de Safety Research and Strategies Inc.
La muerte de un conductor de un Honda Accord en abril es la última víctima relacionada con Takata en los EE.UU. Honda dijo que había hecho más de 100 intentos para comunicarse con los propietarios de ese vehículo en particular a través de llamadas, correos electrónicos, cartas enviadas por correo e incluso en visitas al domicilio.
Pero en México, las empresas han utilizado principalmente campañas de divulgación amplia a través de anuncios colocados en periódicos y avisos en sitios web.
Calor y humedad, el cóctel explosivo
Mérida, donde murió Pérez, es conocida por el calor y la humedad. Esos son factores que los investigadores han dicho que hacen que el propulsor de nitrato de amonio de las bolsas de aire se vuelva inestable y propenso a inflarse con demasiada fuerza en un accidente, rompiendo el envase de metal.
Muchos de los infladores potencialmente mortales se fabricaron en la planta de Takata en Monclova, México, y estuvieron expuestos a condiciones de humedad no controladas, según un informe de la NHTSA.
Frank Melton, abogado de la familia de Pérez, dice que su muerte "se podría haber evitado si se hubieran implementado en México los mismos esfuerzos de reemplazo utilizados en Estados Unidos".
Honda ha reparado alrededor del 72% de sus autos afectados en México, en comparación con el 89% en los EE.UU. Eso significa que aún tiene que reparar casi 114.000 vehículos en el país azteca.
La tasa del 41% de vehículos Toyota significa que casi 144.000 propietarios pueden estar conduciendo sin darse cuenta de las bolsas de aire potencialmente mortales.
General Motors dice que ha reparado solo el 36% de sus vehículos con bolsas de aire Takata retiradas del mercado en México, dejando 213.000 de esos vehículos con problemas potenciales.
A medida que los automóviles cambian de dueño a un segundo, tercero e incluso cuarto propietario, a los fabricantes de automóviles les resulta más difícil localizarlos, argumentó Chris Martin, gerente de comunicaciones legales y regulatorias de Honda en los EE.UU.
Los fabricantes de automóviles en los EE.UU. deben alertar a los conductores sobre los llamados a revisión mediante avisos enviados por correo y confiar en los sistemas estatales de registro de vehículos para obtener direcciones.
En el caso Takata, la mayoría de los fabricantes de automóviles han utilizado múltiples fuentes de información que se actualizan con más frecuencia que los sistemas estatales, como las aseguradoras y los datos de los talleres mecánicos.
También han utilizado correo electrónico, postales, correo certificado y anuncios dirigidos en las redes sociales, según un informe de enero del monitor designado por la NHTSA que supervisa la campaña.
Cómo se trabajó el caso en Argentina
La primera etapa de la campaña de saneamiento preventivo comenzó en 2015, cuando se identificó por primera vez el problema. En ese momento, se trabajó con comunicaciones uno a uno con los dueños de los vehículos y se publicaron una serie de solicitadas en principales diarios del país.
La investigación internacional se profundizaba detectando más infladores defectuosos, incorporando más unidades de automóviles para revisar.
Fue así como durante el 2017 se puso el foco estuvo en la comunicación directa con los clientes a través del envío de más de 90.000 correos electrónicos, 15.000 llamados telefónicos, 1.400 cartas, además de avisos en la página web de Honda.
Pero la cantidad de vehículos potencialmente afectados siguió aumentando y fue así que se sumó una nueva estrategia denominada A.I.R.B.A.G. (Asistencia Inmediata para Revisión de Bolsas de Aire Gratuita). Este nuevo enfoque consistió en una campaña publicitaria, algo inédito en un caso de llamado a revisión de vehículos. Hoy se mantiene una web en donde el cliente solo tiene que poner el número de chasis de su vehículo para saber si el mismo es alcanzado por el plan de saneamiento. Sin embargo, hasta antes de la pandemia, aún había 50 mil vehículos que no habían realizado el cambio de los infladores de los airbags potencialmente defectuosos.Dudas sobre el alcance del caso
Según Honda, la muerte de Pérez es la única relacionada con una bolsa de aire Takata defectuosa en México. Los expertos dicen que no existe una base de datos global o un proceso de investigación utilizado por las autoridades para saber si eso es cierto.
“Los casos están vinculados a estas fallas solo cuando las empresas reconocen el problema”, dice Alejandro Furas, director del Programa de Evaluación de Autos Nuevos para América Latina y el Caribe Latin NCAP. La organización sin fines de lucro ha estado presionando a los gobiernos de la región para que mejoren las reglas de seguridad. “Lamentablemente, estamos en manos de la industria. Las empresas lo saben y lo aprovechan ”. Kevin Fitzgerald, un ex ingeniero de Takata que renunció en 2014 y cooperó con la investigación del proveedor por parte del gobierno de EE.UU., dice que es escéptico de que solo haya ocurrido una lesión y una muerte en México. "Es muy difícil de creer", dice. "Simplemente no puedo entender eso".Fuentes: Agencias, Honda y Honda Argentina. https://www.clarin.com/autos/airbags-takata-bomba-tiempo-sigue-cuenta-regresiva-millones-autos_0_VoGiM-OOi.html